Como ya se ha comentado en anteriores posts, un producto turístico es un agregado de bienes o servicios dirigido a cubrir las necesidades de un segmento de demanda o target concreto, que tiene un precio y que por lo tanto se orienta hacia la generación de unos beneficios, está plenamente preparado para su consumo turístico y dispone de una marca o distintivo que lo diferencia del resto de productos competidores. Pero esto no es todo, ya que debe de estar puesto en el mercado a través de canales comerciales directos o intermediados y estar dotado de una estrategia de promoción y comunicación adecuada.
Tomando como base el anterior punto de partida, la pregunta que nos debemos plantear es ¿Cómo conceptualizamos un producto turístico competitivo? Aunque nunca se tiene el éxito garantizado y siempre influyen multitud de factores exógenos, lo ideal es crear un producto contemplando los siguientes aspectos clave:
- Argumentación del producto: Aquí se trata de analizar qué queremos ofrecer y porqué lo ofrecemos, tratando de buscar las singularidades y aquellos atributos que nos puedan hacer únicos. Estos atributos pueden ser de muchos tipos. Un emplazamiento o localización privilegiada, un reclamo histórico, monumental o natural, una infraestructura ex novo diferente (p.e. un proyecto arquitectónico singular), un reconocimiento previo (premio, certificación, distintivo, etc.), o la propuesta de una actividad totalmente novedosa para el destino o el territorio.
- Componentes racionales: En este punto se trata de tener presente qué bienes o servicios podemos ofrecer. Habrá que ver si disponemos de ellos, si requerimos de adaptaciones o si se tienen que crear nuevas infraestructuras o equipamientos específicos para el producto que queremos lanzar al mercado. Sería el caso de equipamiento específicos para niños si queremos articular un producto relacionado con el segmento familiar (ludotecas y salas de juegos, parques infantiles, talleres y actividades, préstamo de juguetes, tematización de habitaciones, etc.) o instalaciones y servicios adecuados para la recepción de grupos de cicloturistas (aparcamiento de bicis, talleres, servicios de masajes, picnics, guías, alquiler de bicicletas, etc.).
- Componentes emocionales: Este es un tema clave para responder a las nuevas tendencias y requerimientos de la demanda turística. Aquí, la experiencia ofrecida debe de estar íntimamente relacionada con la estrategia de promoción y comunicación. En definitiva, se trata definir un mensaje claro en el que se comunique al cliente potencial cómo se sentirá si adquiere este producto. Sin embargo, los objetivos serán muy diversos y dependerán en gran medida del producto y el target que se quiera captar. Relax, desconexión, salud, amor, emoción, nostalgia, sorpresa, diversión, aprendizaje, seguridad, reconocimiento, orgullo, e incluso, miedo. Todos ellos pueden ser mensajes validos a transmitir si se trabaja bien el claim o el storytelling, pero sobre todo las imágenes a través de fotografía o spots experienciales (si quieres saber más acerca del poder de la imagen experiencial puedes consultar el siguiente post).
- Viabilidad financiara: Evidentemente, se pueden tener muchas ideas y prestar servicios muy atractivos y diferenciadores, pero de nada sirve todo esto si no se contempla un análisis de la viabilidad financiera. El establecimiento de un precio competitivo, pero que resulte lo suficientemente rentable para lanzar o mantener el producto en cuestión. El precio dependerá de muchos factores, pero entre ellos, resulta básico contemplar la etapa del ciclo de vida en la que se encuentre el producto (introducción, desarrollo, crecimiento, madurez o decadencia) y ajustar el precio en la medida de las posibilidades a cada etapa.
- Viabilidad organizativa: Por último, hay que preguntarse si podemos crear un producto turístico verdaderamente competitivo por nuestra cuenta o necesitamos buscar algún partner o externalizar ciertos servicios. Esta necesidad no es únicamente por tener un mejor producto, sino también, por crear un producto con mejor relación calidad-precio y generar sinergias de cara al futuro.
En SALTO Consultores podemos ayudarte a crear productos turísticos competitivos y asesorarte para introducirlos en el mercado con las máximas garantías de éxito.